🐉 Monstruos y criaturas mitológicas
Hay algo inquietante en las criaturas mitológicas. No son solo monstruos extraños que habitan laberintos o acechan en los mares. Son símbolos vivos de todo lo que no entendemos de nosotros mismos: nuestros impulsos, nuestros miedos, nuestras sombras.
Los griegos no inventaban monstruos porque sí. Los creaban porque sabían que lo que más nos asusta no siempre está afuera… sino adentro.
🐂 El Minotauro
El Minotauro, mitad hombre y mitad toro, vive encerrado en un laberinto. No puede salir, pero tampoco morir. Es una criatura que nació de un deseo prohibido, y que fue escondida como una vergüenza.
¿No hay algo en nosotros que también encerramos? Pensamientos oscuros, emociones que no mostramos, errores que no perdonamos. El laberinto es la mente. El Minotauro, ese lado salvaje que no entendemos, pero que necesita ser mirado, enfrentado y en cierta forma, comprendido.
🧜 Las sirenas
Las sirenas no atacan con garras ni colmillos. Atacan con cantos. Y no cualquier canto: uno que promete comprensión, descanso, olvido. Ulises las escuchó y ató su cuerpo al mástil para no ceder.
Las sirenas son esas tentaciones que nos hablan cuando estamos más frágiles. Esa parte de nosotros que quiere rendirse, dormir, dejar de luchar. No son malvadas. Solo son parte de la experiencia humana: el deseo de no sentir más dolor.
🐉 La Hidra
Cada vez que Heracles cortaba una cabeza de la Hidra, dos más crecían. ¿No suena familiar? Ansiedad, culpa, enojo… emociones que, si se reprimen sin procesar, regresan con más fuerza.
La Hidra representa eso que no se resuelve con fuerza bruta, sino con estrategia y conciencia. Heracles vence solo cuando recibe ayuda. Porque a veces, para derrotar nuestros monstruos, no basta con pelear solos.
🐎 Pegaso
Pegaso no es un monstruo, pero sí una criatura extraordinaria. Un caballo alado que brota de la sangre de Medusa al ser decapitada. De la muerte y la humillación, nace algo puro y libre.
Pegaso nos recuerda que a veces, de lo más oscuro, nace lo más bello. Que incluso después del trauma, puede surgir inspiración, arte, vuelo. No es casualidad que sea símbolo de la poesía: porque escribir (como vivir) es aprender a transformar el dolor en algo que valga la pena.
👁️ Lo monstruoso como nuestro verdadero reflejo
La mitología griega entendió algo esencial: lo que tememos revela lo que somos. Por eso los monstruos no son solo enemigos. Son pruebas, advertencias, símbolos.
Mirarlos de frente, como hicieron Perseo, Heracles o Teseo, no es solo un acto de valentía externa. Es también un acto de autoconocimiento profundo. Porque no se trata de matar al monstruo… sino de entender por qué lo soñamos.
📚 Conclusión
Las criaturas mitológicas no están ahí para asustarnos, sino para hablarnos. Y si las escuchamos con atención, nos dirán la verdad: que todos llevamos dentro un laberinto, una sirena, una hidra que solo al reconocerlas, podemos empezar a sanar.
📎Videos sobre algunas criaturas
2.La hidra
3.Pegaso
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